¿En qué momento dejamos de ser eternos?
¿En qué momento se volvió árido este suelo?
¿Y si el hilo deja de entretejerse?
¿Y si crecemos y reducimos el mundo
a los impuestos?
Tengo miedo de que se acaben los encuentros entre miradas.
Y en un descuido se asoma tímido y trémulo el reflejo de mi alma en este mar de letras. Cuna de mi descanso y mi tortura: literatura.
1 comentario:
No no no, viva la resistencia de las miradas.
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