Se enreda el hilo
del pensamiento.
Se paraliza el tiempo
y por primera vez
sobra.
Oscilamos entre capitales
y desiertos.
Somos
viajeros insomnes
en busca de un hogar
antiguamente traicionado.
Pero el deseo
palpita párvulo
y yo te extraño.
Y en un descuido se asoma tímido y trémulo el reflejo de mi alma en este mar de letras. Cuna de mi descanso y mi tortura: literatura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario