Desisten las palabras, desisten en la espera. Porque el camino es viejo y las estrellas son sólo un reflejo, porque al mirar de cerca el sueño es humo, es sueño, porque gorgotean las letras, parias inútiles, kamikases del desierto, porque te espero.
Y en un descuido se asoma tímido y trémulo el reflejo de mi alma en este mar de letras. Cuna de mi descanso y mi tortura: literatura.
1 comentario:
Ya llegará el hijo pródigo. Saludos pre-año nuevo.
Publicar un comentario