Regresa

Y regresa la angustia, el mazo dictando sentencia, el ojo que todo lo ve, la muerte que todo persigue, que todo toca; regresa el tiempo, regresa el mundo, la realidad que arrincona, la espera que todo demanda, el llanto que todo interpela. Regresa el pecado con su penitencia, la deuda, la oferta, las once varillas; regresa el mercado que todo lo vende, regresa el regalo con sus eslabones, la falta de aire, la insuficiencia.
Regresa el infierno, regresa el reflejo, regresa el terror a perder, el terror a perderme. Y no es lo real y no es tu rostro y no es esto un reclamo es sólo que regresa la angustia y no puedo con ella, no puedo con ella amor; si me dejaras tan sólo descansar en la palma de tu mano o de cualquier sueño, si me dejaras tan sólo volar un poco y estar completa sin ti y poder decidir estar o no estar y poder de hecho no estar y sentirme bien y volar con libertad, si me dejaras tan sólo, si me dejaras dejarte, si me dejaras, amor…

“Ella prometió darte todo, pero sólo pudo darte lo que tuvo…” (frases que no puedo decir sin que se me llenen los ojos de lágrimas).

Y el perdón habitual, porque no puedo, porque el martirio está siempre de más y porque la sangre amenaza con brotar de estas palabras.