Temblorina va la viuda
tambaleante en su andar
con el sexo purulento
y la esclerótica denuncia:
necrofilia negro infierno.
Satanás entre los muslos
y los tintes de la noche
empapando sus ropas
sus llantos
sus senos.
Entrejadeante va llorando
de camino al Hades
la pobre viuda
con su flor de loto,
con sus cataratas pérfidas
de obstinación.
Condena al hombro
pies deshechos
trémula y delirante
se va desdibujando
en la fétida esperanza
se va convirtiendo
en alimento
para cuervos.
Ese es el sino
el elegido
por ella
y por su mundo de muertos
por la tierra insabora
y por la penetrante nada
y sobretodo
por el deseo de que penetre,
que penetre
que penetre.
1 comentario:
Demostración de lo esencial que es el ritmo. Saludo.
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