Tras aquella noche sin mirada
sólo quedó un universo desvirtuado
una memoria difusa y un par de copas
rotas.
Por la mañana,
sólo se vio un mundo viejo, desgastado,
el universo mismo desvirtuado,
una promesa olvidada,
una esperanza cansada,
y un siniestro mal sabor
de boca.
Entre las sábanas
sólo quedó tu silueta
desdibujada
sello fiel de tu partida,
de mi derrota
y mi fastidio.
Y yo me di la me di la vuelta y cerré los ojos;
por fin,
me había cansado de pensar en ti.
1 comentario:
Que bonito ! Te extraño primis ! me encanto: "una promesa olvidada, una esperanza cansada".
Besitos
Cecilia
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