Yo no soy quien para darme a la tarea de vestir al mundo de luz y de belleza, no estoy dispuesta a emprender ese pretencioso afán que trae de entrada la derrota; no, no puedo, me rehúso a callar por temer a la cacofonía de mis palabras, cacofonía, qué fea palabra...
No importa, al final nada importa. Esto es un diario, no es un poemario, esto es un intento de nada, una articulación accidental, un consuelo sin dueño, un delirio más, qué más da.
Yo te quise más. Yo siempre te quise más. Pero el amor no basta. Fair enough. No tengo nada que decir. Sólo quisiera, tal vez, decirlo. Sentir al menos que puedo, sentir al menos que tengo. Pero no. Lo común es la derrota. Cualquier victoria considérese inusual, temporal, extraordinaria. ¿Por qué no habituarse a fracasar? Me aferro vanamente a la nada. Obstinación. Conocemos miles de maneras de negar, unas más sofisticadas que otras. El catálogo es amplio. Siéntase usted libre de elegir:
No importa, al final nada importa. Esto es un diario, no es un poemario, esto es un intento de nada, una articulación accidental, un consuelo sin dueño, un delirio más, qué más da.
Yo te quise más. Yo siempre te quise más. Pero el amor no basta. Fair enough. No tengo nada que decir. Sólo quisiera, tal vez, decirlo. Sentir al menos que puedo, sentir al menos que tengo. Pero no. Lo común es la derrota. Cualquier victoria considérese inusual, temporal, extraordinaria. ¿Por qué no habituarse a fracasar? Me aferro vanamente a la nada. Obstinación. Conocemos miles de maneras de negar, unas más sofisticadas que otras. El catálogo es amplio. Siéntase usted libre de elegir:
1.- soliloquio, cacofonía.
1 comentario:
hoy amaneci tambien cacofonica
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