Hay que saber afrontar la derrota del cuerpo sobre el alma, de la peste sobre la victoria del Emperador. La realidad carece de solidez en estos días de congestión nasal; la niebla se apodera de mis sentidos, me cega el ardor de los ojos, me hierve la frente. Trastocadas por la enfermedad considérense mis letras.
Dicho esto y tras reconocer la supremacía de mi enemigo, declaro a este blog, en cuarentena.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario