jueves, diciembre 21, 2006

Joaquín:
Es horrible querer escribirte y no saber cómo. No sé qué decirte. No sé cómo acercarme a ti, cómo hablarte. Es terrible saber que además al final no importa qué diga o cómo lo diga, pues tú ya no estás ni estarás para leerlo. Esta carta es sólo para mi, y eso es lo más jodido de todo. Llevo tres días pensando en ti, tres días de angustia, de llanto, de insomnio. Damn. Pinche Joako. No sabes cómo quisiera entenderte, entender tu muerte, saber que pasaba por tu mente, saber al menos que estás en paz. Sólo eso. Ay Joaquín, es sólo que no lo puedo creer, pensar que hablé contigo un día antes, pensar que soñé contigo toda la semana pasada, ¿por qué? ¿cómo? ¿en qué momento paso todo?
Hubo quien me dijo, a manera de consuelo, que no me pusiera mal, que al final, la pérdida era ficticia; sea porque estabas lejos ya, sea porque ya nos habíamos despedido alguna vez y nuestras órbitas giraban sobre distintos centros. Y a quien engaño, es verdad. Es innegable la distancia, pero igual de innegable es el cariño y los recuerdos, las sonrisas compartidas, el viaje con tu nombre, el frío de un invierno que no era el mío, los besos, las promesas incumplidas, las fotos, los poemas, las lágrimas...y nada de eso se borra tan facilmente. Damn. Pensar que este mismo blog tiene chingos de posts dedicados a ti. Y ahora, uno más, pero este con un fin distinto, más drástico, con un adiós definitivo que no recibirá respuesta de tu boca, con un sabor más amargo, con una ausencia que nunca volverá a ser llenada por ti. Te hemos perdido para siempre, nuestro pibe hermoso, y al perderte hemos perdido tanto…
sasddsffewdsaqdwdasdas
puta madre
por qué
lo siento tanto
tanto
slñksañlsdlñdsañldslñasdlñ
nunca te olvidaré
nunca
¿ok?
mi pequeño jo...
descanse en paz

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