Pequeña niña mía, perdóname por no poder salvarte. Perdóname, pedazo de esperanza, por no poder arrancarte de la muerte; frente al rugido de las olas, frente a la impotencia del peligro, atentando cruel a la inocencia...
Pequeña niña mía, perdóname por la vida, perdóname por el mar, incesante devenir que un instante nos roba un suspiro, y en otro, la vida...
1 comentario:
El perdón llega con la redención.
Saludos.
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