domingo, mayo 15, 2005

Éter y Sal

Aquí se devela el misterio guardado, el sentido de mi vida: Éter y Sal. Me pregunto si ha existido una hipótesis que desafié con ponerlo en descubierto, o tiene un significado meramente particular. De cualquier manera, hoy es el día para compartirlo con ustedes, aquellos que han bebido de mi éter y me han acompañado en el camino.

Empédocles fue el primero que propuso la teoría de los cuatro elementos: Agua, Aire, Tierra y Fuego, pero el sabio Aristóteles, insatisfecho con lo evidente que resultaba reconocer únicamente los elementos que teníamos a simple vista, propuso la existencia de éter: fluído hipotético, invisible, imponderable y elástico, del que estaba formado todo el universo. Para quien vio la película del Quinto Elemento, sabrá que el Quinto Elemento (el éter), es el amor. El éter, es todo aquello que nos hace trascender más allá de lo visible, lo eter-no, lo inmenso, lo intangible. Nuestras emociones, magnánimas, son etéreas, y para poder expresarlas, para que el éter exista en el mundo real, recurrimos a la sal.

Mientras que el éter es esencia, la sal es presencia. Alguien decía alguna vez que el cielo, ese paraíso eterno, sería insoportablemente aburrido. No es difícil creerlo cuando te imaginas vestido de blanco, sentado en alguna nube observando el paso de los siglos y de los ángeles, lejos del exquisito pecado. El paraíso es aburrido, precisamente porque está formado únicamente de éter. La sal es lo tangible, es el instante presente más allá de cualquier trascendencia. Las experiencias sensoriales y los fluídos corporales, están compuestos de sal: las lágrimas, el sémen o el sudor. Y así como el sexo, la traición, o el olvido; el mundo terrenal está formado de sal. Ese vicio que le da sabor a las cosas, que regula el pH, pero que en exceso es perjudicial para la salud.

Es por eso que el equilibrio de la vida se encuentra en el éter y la sal, cualquier hecho se puede explicar bajo esta teoría. Sentimientos y sensaciones, instantes y eternidad...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Mágnífica explicación,de dualidades esta hecho nuestro camino...me gustó mucho tu post de presencias equilibradas con esencias...

Anónimo dijo...

Equilibrio esencial

Anónimo dijo...

Eso de una armonia de esencias me gusto.

Pero lo ke mas te admiro, es ke lo compartas con todos los ke te leen... lastima ke yo ya sabia ke significaba ;-)

~nerk~

Anónimo dijo...

exhorto : jamás callar a Lilith,jamás borrarla,y reescribir si es posible la historia, creo que estamos a buen tiempo...gracias mil gracias por leerme.

Johan Schnabel dijo...

¿Aparte de éter y sal...también ha intervenido un poquito la marihuana para escribir este post?

.....es broma...........

Unknown dijo...

La dualidad de la existencia, aunque la sal no es eterna.

Saludos

Anónimo dijo...

Te quieeeeerooo
=)

y no tengo ganas de poner nada profundo, hoy prefiero la sal.

Johnnie Ego dijo...

Te busqué, porque me gusta leerte, y te encontré y encuentro que ahora me gusta más leerte.
El éter y la sal, combinación mágica que todos tenemos pero que tu mezclas en recetas gourmet, un abrazo desde el pasado Nerea...