Con el deber en la espalda y la impotencia en la boca, con el amor en el aire y el aire lejano. Pierdo el aliento, llora mi alma, temo.
Poco a poco me incorporo al mundo, a esa mezcla gris que descansa sobre la superficie de nuestros sueños. Seguir. Estoy perdida. El camino se ha borrado, y aquella línea estrecha de la cordura, tan brillante, tan coherente, parece ahora sólo un montón de cenizas.
Confusión. Se escucha un grito, se siente el dolor, y quema. El perturbante cosquilleo del tiempo amenaza con llevarse la dulzura de la espera; nuestra inmortalidad. Y mientras nosotros, ah, nosotros, somos envenenados por la ilusión de lo intangible, somos renovados por un amor que nadie entiende.
Tengo miedo amor, abrázame. No te vayas.
Poco a poco me incorporo al mundo, a esa mezcla gris que descansa sobre la superficie de nuestros sueños. Seguir. Estoy perdida. El camino se ha borrado, y aquella línea estrecha de la cordura, tan brillante, tan coherente, parece ahora sólo un montón de cenizas.
Confusión. Se escucha un grito, se siente el dolor, y quema. El perturbante cosquilleo del tiempo amenaza con llevarse la dulzura de la espera; nuestra inmortalidad. Y mientras nosotros, ah, nosotros, somos envenenados por la ilusión de lo intangible, somos renovados por un amor que nadie entiende.
Tengo miedo amor, abrázame. No te vayas.
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