sábado, octubre 09, 2004

Gracias

Que puedo decirte, hoy por la mañana el espejo me sorprendió sonriendo, y por más pretextos que le puse, no logré engañarlo. Tú. Locura, pero eres tú. Llegaste y me regalaste un suspiro, aunque algunos digan que se lo robé al viento. Y hoy te espero con la esperanza de un niño, creyendo. Y te digo en voz baja, muy baja: te quiero. Tú me escuchas y te quedas quieto, como quien quiere creer también.

Que bonito es estar aquí, de vuelta. Gracias por regresarme.

No hay comentarios.: