martes, julio 22, 2008

Desencuentros

En las tardes carezco de lucidez. Sobretodo cuando hace calor. Por las ventanas de mi cuarto entra un sol que adormece a cualquiera. Si por mí fuera, podría tomar una siesta larga que durara todas las tardes del mundo. Me gustan las noches, también las mañanas contrario a la tendencia actual de despreciar el alba, pero las tardes son largas y pesan como un deber sobre mi aletargada conciencia. ¡Qué contagiosa es la narrativa! Aunque todavía no puedo dejar de verla como trivial, es contagiosa y es mejor que contemplar la nada.
Hoy he fracasado en mi intento de acercarme a alguien. Le escribí un correo a Kuzo preguntándole si estaba interesado en tomar un día café conmigo; fue un correo breve, tres líneas cuando mucho, no quería abrumarlo con mensajes de amistad. Pensé también en escribirle a Adolfo, pero creo que me tiene miedo desde que nos dimos unos besos en una borrachera, y preferí no presionar. Y aunque estaba abierta la posibilidad de acercarme a los que de hecho se mantienen cerca, y pude haber hablado con Nivoro o con Ele o con Ro o incluso con Luis si mi obstinación fuera mucha, me acompañaba a cada paso la sensación de que hoy tendría que esforzarme más que siempre, y frente a dicho vaticinio, preferí desistir. Tal vez es demasiado ciega mi confianza en la espontaneidad, tal vez no podemos evitar forzarnos de vez en vez, pero igual no me place.
Hoy quise salir. Cenar comida italiana o libanesa, hablar de literatura o de filosofía o de una vida que no fuera la mía, sentirme acompañada. Hoy quise salir y no salí. No salí porque no tengo un céntimo, porque mis mejores opciones tienen cosas que hacer o están lejos y porque, al final, hemos de decirlo sin tapujos, es la consecuencia de tantos años del rechazo constante a tantas personas que han pasado por mi vida pero que no pasaron por el filtro fascista de mi exclusividad, y aunque a muchas de ellas todavía saludo con cariño, tras el saludo ellas siguen su camino y yo no sé si me siento desdichada o más bien agradezco que así sea.

No hay comentarios.: