Punto punto punto. Punto y coma. Punto punto. Punto punto punto. Punto y seguido. Punto punto. Punto. Punto y aparte. Punto.
Tantos puntos que poco decían, que se nos olvidó que podía haber también un punto final.
Y en un descuido se asoma tímido y trémulo el reflejo de mi alma en este mar de letras. Cuna de mi descanso y mi tortura: literatura.
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