Si yo río fuera
y tú inmovil roca
cuantas vidas no pasaría
meciéndote con mi canto
lamiéndote
seremoniosamente
cuantas vidas
esperando convertirte
inútilmente
en sol o ánima.
Y en un descuido se asoma tímido y trémulo el reflejo de mi alma en este mar de letras. Cuna de mi descanso y mi tortura: literatura.
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