Y en las mañanas frías
bajo la sombra de la nada
aparece el desamparo
de este cuerpo enfermo
de esta alma que se quiebra
sin eco ni drama
entre papeles y horas
donde el sueño gime
ya muerto en su cama.
Y en un descuido se asoma tímido y trémulo el reflejo de mi alma en este mar de letras. Cuna de mi descanso y mi tortura: literatura.
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