martes, marzo 27, 2007

Posguerra

Sólo quiero que estos versos duelan,
quiero que giman,
que se desangren ante mis ojos y ante los tuyos,
que aquella criatura moribunda reclame por su vida
llorando entre tus brazos,
que sientas su calor sanguinoliento
su odio punzante,
su olor a estiércol.

Sólo quiero que estas letras maten
que maten y se maten,
que generen silencio
que generen olvido
cansancio de posguerra
locos veteranos
ciudades destruídas.

Sólo quiero que esta lira ensordezca,
tras el paso de los siglos y los gritos,
tras el tarareo constante de lamentos,
tras el resquebrajamiento
la nueva vida sobre la sangre vieja,
la nueva ofrenda sobre el tiempo eterno,
la desempolvada máxima siempre presente
ahora con una nueva voz más solemne,
más valiente.

Pronúnciese entonces
lo que ha de pronunciarse:
no hay ni habrá
vuelta atrás,
jamás,
hágase lo que se haga.

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