martes, marzo 13, 2007

Última carta

Esta es una carta que promete, como muchas, ser la última. Es una promesa estúpida, lo sé, pues qué promesa más absurda que aquella que promete lo que no tiene, que promete sólo su deseo y empeña su propia promesa como si fuera una pierna o un brazo en el ataúd de la esperanza. Qué ingenua, pues, y peor aun, qué desesperada. El último remedio de entre todos, el del estoico, el del budista, renunciar al deseo, negarlo, desaparecerlo de todo presente y de todo pasado y de todo futuro y de todo tiempo y de todo reloj y toda sábana y todo orgasmo y toda sonrisa y todo recuerdo y todo pretexto. Pretender que nunca existió. Desaparecer al fantasma que me persigue y me hace llorar y jugar a tenerlo mientras se escapa y jugar a revivirlo cuando ya está muerto y jugar a enterrarlo con una carta que amenaza ser la última mientras empeña su esternón. A veces es eso lo que falta, un stop! un abuso que muera feto, una resignación. Esto es una carta que promete ser la última, es la prueba más fehaciente de mi amor, de mi desolación, de mi invención, de la tuerta loca y la loca manca, de la sombra asesina y la casa en destrucción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cosas muy ciertas que se viven cotidianamente...

Karime

Ser Aquí dijo...

BRAVO!