lunes, noviembre 28, 2005

Ella

Ella mira al infinito y yo con ella. No, yo no puedo mirar al infinito, yo miro a mi escritorio lleno de quehaceres inconcretos.
A ella le da por amar fuera de tiempo; ama cuando la luna se pinta de rojo y cuando yo no puedo atenderla. Ama y me despeina, desacomoda mis papeles, y mira al infinito.
¡Que yo no puedo jugar contigo ahora! La guardo en mi cajón y ella me piensa con reproche. Pero entiende, que pronto llegará el momento de jugar, cuando se calle el mundo...

6 comentarios:

Don Chucho dijo...

Jodida responsabilidad, la odio, la odio...

capitan dijo...

cuando el mundo calle todos podremos jugar.


:)

Anónimo dijo...

... ira?...frustación?, a eso me suena a mi, te despeina y arroja los papeles del escritorio.

Canek Zapata dijo...

tons hay que mandarlo a callar

Anónimo dijo...

yo se q mi escrito no tiene nada q ver con este, y se q tal vez a ti te va y te viene, pero muchos de tus escritos me han ayudado, hasta cierto punto siento q tienes el mismo sentimiento q yo. hechale ganas, sigue asi.

Unknown dijo...

...Pero el mundo tiene un knack para no callarse, y es entonces cuando debemos aprender a escuchar lo que queremos escuchar. Gracias a que Nerea la escuchó a ella desde el primer momento, tenemos estas preciosas letras, teñidas a veces en sangre doliente, a veces en sanguínea pasión, y a veces hasta con putrefacta sangre seca, pero siempre con sangre; con una vida que les es propia...
Nerea, prométenos, por nuestro bien, que si la vas a guardar en el cajón por hoy, la volverás a sacar, y la seguiras sacando.
Como siempre, mil abrazos y un suspiro.