¡Oh, luz de mis carencias! Estoy exhausta de buscarte, estoy exhausta de tocarte como un sueño y resignarme a no tenerte, a no amarte, a no sentirte, ni decirte mío.
Querido de mi guarda, ¿cuándo acaba? Te he dado todo y no puedo más, nuda o desnuda frente a ti, tienes mi sol y mi escucha, mis lágrimas dormidas, mis palabras mudas, tienes mi sed, -causante de mis delirios-, y el peso de no ser quien pudiera ser...
¡Oh, mi tierna conciencia! Esta soy yo y tú lo sabes, esta que tiembla, esta necia entregada...Aquí me tienes, y no reclamo, te abro mis brazos, te dono mi sangre, sin peticiones ni quejas te entrego esta ofrenda; esta de mi exhausta...
Querido de mi guarda, ¿cuándo acaba? Te he dado todo y no puedo más, nuda o desnuda frente a ti, tienes mi sol y mi escucha, mis lágrimas dormidas, mis palabras mudas, tienes mi sed, -causante de mis delirios-, y el peso de no ser quien pudiera ser...
¡Oh, mi tierna conciencia! Esta soy yo y tú lo sabes, esta que tiembla, esta necia entregada...Aquí me tienes, y no reclamo, te abro mis brazos, te dono mi sangre, sin peticiones ni quejas te entrego esta ofrenda; esta de mi exhausta...

3 comentarios:
que se me hace que compartimos imposibles, vengo te leo, te re-leo, y me voy con tus palabras bajito susurrándome en la mente...que bueno que regresaste !!!
quizá, algún día, cuando se quemen todas las palabras, se encontrarán debajo de la cama, detrás de los zapatos gastados y dentro de las cajas de cartón dorado, la reunión de nuestros amantes encerrados allí por el olvido.
Un corazón que desborda de amor, no puede existir mejor ofrenda que el tuyo.
Saludos
Publicar un comentario