Notarás rotos los vasos de mis ojos, a lo mejor por ausencia de lágrimas. Y estaré cambiando de piel, cual víbora, después de haber estado quemándome poco a poco en tu indiferencia. Querrás ver a través de mi mirada, pero verás nada, una nada transparente e infinita. Querrás dejarme caer, verme volar. Y verás mis alas, pero aún así no te atreverás. Querrás gritarme, pero no encontrarás un porqué. Yo no estaré. Estaré perdida en mi misma, cantando entre dientes, casi loca. Te desesperarás, pero al final dará igual. Mientras tus ladrillos crean un polígono irregular, tu construcción será reducida a un hola de mi boca. Mi boca estará ansiosa, seca, pero sin potencial a beso, se rendirá pronto y dirá hola, hola...
(Abril)_____________________________________________________________
Te vomito. Y no vomito palabras, ni vomito dibujos, pero ag, te vomito. A veces te manifiesto en letras que no acaban ni empiezan, en trazos que no plasman una imagen más un sueño. O a veces sólo apareces en mis pupilas, tembloroso en el reflejo, o en mi sonrisa, o en mis movimientos torpes que te expresan cuando te pienso. Te vomito. Tu intriga me posee. Tus sueños me dan insomnio. Tu sed me seca. No importa que haga, estás en mí. Con tu cabello caído, con tus alas, caídas también, con esa voz dulce en mi cabeza que me aturde. Te vomito porque no puedo poseerte, sales de mi con cada exhalación, con cada clickeo, con cada momento de ansiedad al sentirme condenada, inevitablemente estúpida, obligadamente enamorada. ¿Enamorada? Tétrico. Tan sólo deseo deshacerme de ti. Vomitarte para ser libre. Ser libre para desear no vomitarte.
(Mayo)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario